Hace 52 años, la humanidad se propuso celebrar el medio ambiente el 5 de junio. La fecha fue creada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 1972. Este período marcó un hito en el desarrollo de la política medioambiental internacional, ya que se celebró la primera gran conferencia centrada en cuestiones medioambientales, conocida históricamente como la Conferencia de Estocolmo.
El tema de la Conferencia de 1972 fue el Medio Ambiente Humano, y en esa ocasión 113 países adoptaron su Declaración y Plan de Acción. Siempre desde una perspectiva histórica, según la ONU, «la conferencia también condujo a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) e inició un importante diálogo entre los países industrializados y los países en desarrollo sobre los vínculos entre el medio ambiente, el crecimiento económico y el bienestar humano».
Siempre desde una perspectiva histórica, en lo que se refiere a la decisión que estableció el Día Mundial del Medio Ambiente, la Asamblea de la ONU aprobó la Resolución que fijó la citada fecha. Entre otras indicaciones, el documento pedía que «los gobiernos y las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas se comprometan en este día, todos los años, a realizar actividades en todo el mundo para reafirmar su preocupación por la preservación y el mejoramiento del medio ambiente, con miras a profundizar la conciencia ambiental» (ONU – A/RES/2994, 1972).
Cabe destacar que la ONU designó el Día Mundial del Medio Ambiente con el objetivo de destacar la importancia de la protección y la salud del medio ambiente, una cuestión crucial que repercute en la vida de las personas y en el desarrollo económico mundial. Esta celebración brinda una oportunidad única para fomentar una mayor concienciación y promover actitudes responsables entre las personas, las instituciones y las comunidades en general sobre cuestiones relacionadas con la conservación y mejora del medio ambiente.
La agenda sigue siendo relevante
Veinte años después de la creación del Día Mundial del Medio Ambiente, la Carta de la Tierra perseguía y profetizaba visiones necesarias y contundentes sobre el cuidado de la vida en el planeta. En su preámbulo, el documento afirma que:
La Tierra, nuestro hogar: La capacidad de recuperación de la comunidad de la vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera sana junto con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, suelos fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente mundial, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todas las personas. Proteger la vitalidad, diversidad y belleza de la Tierra es un deber sagrado.
La situación mundial: Los modelos dominantes de producción y consumo causan la devastación del medio ambiente, el agotamiento de los recursos y la extinción masiva de especies. Las comunidades están arruinadas. Los beneficios del desarrollo no se reparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor […] (Carta de la Tierra, 1992).
El documento también señala retos para el futuro, así como la necesidad de una responsabilidad universal y un conjunto de principios que han sido desarrollados durante casi una década y a los que han contribuido miles de personas de todo el mundo.
Son llamamientos de hace medio siglo, de hace tres décadas, reforzados en la Agenda 2030 y en el conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que en el contexto contemporáneo siguen siendo actuales y cada vez más urgentes. Son llamados que se han expresado de diferentes maneras a lo largo de la historia, pero que, teniendo en cuenta la postura de los seres humanos impulsados por un modelo económico con sesgo depredador, excluyente y consumista, han sido cada vez más desafiantes para enfrentar y resolver los daños a nuestra Casa Común y a la vida de los seres que la habitan.
Para ser una voz ante tantos contextos desafiantes, la ONU, a través de su Programa de Medio Ambiente, promueve y articula innumerables iniciativas en torno al aniversario. Desde hace 24 años, la fecha tiene un tema motivador y la agenda de este año es #GeneraciónRestauración. Se trata de un ejercicio de llamamiento a toda la humanidad para que participe en un movimiento de restauración del planeta y contribuya colectivamente a frenar la constante degradación de la Tierra.
Retos cada vez más complejos
Frente a los innumerables contextos que existen en el planeta, la agenda ambiental es cada vez más urgente y necesaria. La conciencia planetaria (GADOTTI, 2000) es un tema fundamental en los más diversos espacios sociales y educativos. Lo que ocurre del otro lado del globo debe estar en la agenda cotidiana de todos. Así, como nos inspira el Papa Francisco, necesitamos darnos cuenta de que «todo está interconectado» (LS, n. 91).
Estamos viviendo el período de mayor aumento de las temperaturas medias del planeta en los últimos 174 años. La Organización Meteorológica Mundial, organismo dependiente de la ONU, en su último informe Estado provisional del clima mundial 2023, afirma que los últimos nueve años (2015-2023) han sido los más calurosos de la historia, tal y como muestra la imagen inferior:
El documento también afirma que la temperatura de los océanos aumenta cada año, el nivel del mar aumenta y la reducción de los glaciares se acelera. El informe también destaca datos alarmantes relacionados con los efectos de los gases de efecto invernadero, los incendios forestales, la contaminación atmosférica a gran escala y las inundaciones asociadas a precipitaciones extremas.
Además de los problemas climáticos que asolan y favorecen que nos acerquemos a un «límite seguro» para la vida en la Tierra, existen otros problemas que afectan a la vida, como el contexto de los conflictos armados, las pandemias, las migraciones forzosas, las desigualdades sociales, entre otros muchos temas complejos y desafiantes que afectan especialmente a los más empobrecidos.
La educación como herramienta
En medio de realidades que desafían, preocupan y necesitan provocar cambios en la forma en que los seres humanos habitamos nuestra Casa Común, existen innumerables esfuerzos sociales que podrían contribuir a una transformación a favor de una cultura centrada en el buen vivir, el cuidado y la promoción de la ecología integral. Entre estas iniciativas, la educación ocupa un lugar privilegiado y esencial en este proceso de establecimiento de un nuevo pacto por la continuidad de la vida en el planeta.
En este sentido, frente a los desafíos que se enfrentan en la época contemporánea y que afectan directamente a todas las formas de vida en la Tierra, es necesario que la educación promueva los conocimientos necesarios para una práctica educativa comprometida con la sostenibilidad de la humanidad (MORIN, 2002). Con la implementación de una pedagogía «organizada en torno a los principios de cooperación, colaboración y solidaridad» (UNESCO, 2022, p. 8), y atenta a las cuestiones integrales, ecosistémicas y planetarias.
Entendiendo la educación como uno de los instrumentos para formar sujetos críticos y comprometidos con la transformación social (FREIRE, 2019), la Comisión Internacional sobre el Futuro de la Educación publicó el informe «Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación». El documento afirma que «el mundo se encuentra en una encrucijada» (UNESCO, 2022, p. Xi) y que «el conocimiento y la educación son los cimientos de la renovación y la transformación» (ibíd.). El informe, elaborado tras dos años de estudio y construcción colectiva, señala horizontes para la educación hasta 2050. Afirma la importancia fundamental de la educación en la sociedad y cómo debe transformarse para que pueda colaborar en la construcción de futuros impregnados de paz, justicia y sostenibilidad.
La UNESCO subraya que el planeta está en peligro y que son necesarias rupturas y transformaciones emergentes si queremos favorecer un futuro para la humanidad y las demás formas de vida de nuestro planeta (UNESCO, 2022, p. 28). Las próximas dos décadas serán decisivas para la vida en el ecosistema en los años venideros y la educación debe contribuir significativamente a este proceso.
A la luz de las reflexiones aquí compartidas, de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente y de los imperativos de la Iglesia Católica a través del Magisterio del Papa Francisco, el Programa Universitario Amazónico (PUAM) ha trazado sus caminos hacia la promoción efectiva de estrategias educativas que favorezcan el cuidado de nuestra casa común, a través de la formación universitaria de líderes del territorio panamazónico comprometidos con la vida, el buen vivir y una cultura basada en la ecología integral.
Con la intención de dejar el presente inconcluso, hay algunas preguntas que pueden dar seguimiento al diálogo propuesto, así como seguir arrojando luz y provocando reflexión sobre esta agenda/fecha tan importante:
- ¿Cómo podemos promover un mayor y más eficaz cuidado del medio ambiente en nuestros lugares de trabajo?
- A partir de nuestras realidades, ¿podemos reconocer los principales desafíos y posibilidades que existen en la búsqueda de un medio ambiente que promueva la continuidad de la vida en el planeta?
- Entendiendo que la educación puede favorecer una educación crítica y liberadora, ¿cómo podemos contribuir a ello localmente?
Referencias
CARTA DA TERRA. 2000. Disponível em: https://cartadaterrainternacional.org/leia-a-carta-da-terra/. Acesso em: 20 mai. 2024.
FRANCISCO, P. Carta Encíclica Laudato Si’. Louvado Sejas, sobre o cuidado da casa comum. São Paulo: Paulus, Loyola, 2015.
FREIRE, P. Pedagogia do oprimido. 71. ed. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 2019.
GADOTTI, M. Pedagogia da Terra. São Paulo: Petrópolis, 2000.
MORIN, E. Os sete saberes necessários à educação do futuro. 6. ed. São Paulo: Cortez, 2002.
ONU. Agenda 2030: 17 Objetivos de Desenvolvimento Sustentável. Disponível em: https://nacoesunidas.org/pos2015/agenda2030/. Acesso em: 25 jan. 2024.
ONU. Organização das Nações Unidas. Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente Humano. Estocolmo, 1972. Disponível em: https://legal.un.org/avl/ha/dunche/dunche.html. Acesso em: 29 mai. 2024.
ONU. Programa para o meio ambiente. Disponível em: https://www.worldenvironmentday.global/pt-br/about/history. Acesso em: 02 jun. 2024.
UNESCO. Reimaginar nossos futuros juntos: um novo contrato social para a educação. Brasília: Comissão Internacional sobre os Futuros da Educação, UNESCO; Boadilla del Monte: Fundación SM, 2022.
WORLD METEOROLOGICAL ORGANIZATION. Provisional State of the Global Climate 2023. Disponível em: https://wmo.int/sites/default/files/2023-11/WMO%20Provisional%20State%20of%20the%20Global%20Climate%202023.pdf. Acesso em: 10 mai. 2024.
UNESCO. Dia Mundial do Meio Ambiente. Disponível em: https://www.unesco.org/pt/days/environment. Acesso em: 02 jun. 2024.