“Que [la Conferencia sobre el Agua] acelere las iniciativas en favor de quienes sufren la escasez de este recurso (…) en beneficio nuestro y de las generaciones futuras”.
Papa Francisco.
Celebrada del 22 al 24 de marzo en la sede de las Naciones Unidas (New York), la Conferencia sobre el Agua 2023 buscó la generación de compromisos de los Estados Miembros de la ONU y demás partes interesadas a través de propuestas y soluciones que permitan avanzar con la Agenda de Acción para el Agua como un camino para alcanzar el sexto objetivo de la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible: Agua limpia y saneamiento.
Cerca de los ríos hay mucha sed
En el mundo, al menos 2 mil millones de personas –que representan una cuarta parte de la población global–, no tiene acceso a un adecuado servicio de agua potable.
34 millones de personas viven distribuidas en los 7.4 millones de kilómetros cuadrados pertenecientes a la Amazonía, un territorio que contiene aproximadamente el 20 por ciento del agua dulce, no congelada, de todo el mundo.
Esa riqueza hídrica, sin embargo, nada tiene que ver con el acceso que tienen los habitantes amazónicos a agua limpia y segura. En Brasil, por ejemplo, el 60 por ciento de la población que habita la Amazonía tiene un acceso adecuado al agua; en Perú es el 35 por ciento. En Ecuador, los derrames de petróleo y las actividades extractivas han dejado a varias comunidades sin el agua de sus propios ríos, de los cuales depende su vida misma: sus actividades de producción y reproducción. Mientras en países como Colombia y Bolivia la deforestación amenaza diariamente el equilibrio de sus biomas amazónicos.
Por citar algunos casos en esta región vital para el mundo y fuertemente amenazada por las consecuencia de nuestras actividades humanas.
Respuestas articuladas desde la Iglesia en la Amazonía
“La importancia de la presencia del PUAM en estos espacios se basa en la capacidad de poder llevar a las voces de la Amazonía (junto a la REPAM), voces que buscan ser escuchadas y que se conozca la realidad y problemática a la cual se enfrentan los pueblos originarios”.
Carol Jeri. Cáritas Madre de Dios, Perú.
A la Conferencia sobre el Agua asistió la delegación amazónica comprendida por representantes de la de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), del Programa Universitario Amazónico (PUAM) junto con la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), y del Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE).
La delegación llevó, a la Conferencia del Agua, las voces y realidades de la Amazonía que acompaña la Iglesia con diversos procesos de defensa de derechos humanos, en la Región. Estos procesos han dado paso a diseñar respuestas específicas que atiendan directamente a las necesidades de la Panamazonía. Es por ello que el Programa Universitario Amazónico —PUAM— ve necesario incidir en espacios estratégicos como la Conferencia del Agua, pues son clave para generar las articulaciones que permitan presentarnos como una sola voz eclesial, y ello nos impulsa a responder de manera más articulada en el territorio, ya que los desafíos frente a nosotros son descomunales.
“El proceso del Sínodo Amazónico, orientaba y pedía el involucramiento de las universidades para que apoyen en la lucha de los territorios. (Que las universidades) puedan apoyar con la investigación, que pueden apoyar con las articulaciones que pueden apoyar con temas de formación y capacitación adecuados. Entonces creo que esta presencia ha sido muy importante porque va articulando con las otras instituciones que están en la región para para intentar ofrecer procesos formativos de vinculación y de investigación”, destaca la Especialista en Derechos Humanos del CELAM y parte del equipo de programas del PUAM, Romina Gallegos.
Y es que la vinculación interinstitucional es uno de los grandes retos para el Programa Universitario Amazónico, en su búsqueda de ofrecer una respuesta adecuada a las necesidades educativas y sociales presentes en la región Amazónica. Cuenta de ello da el Secretario Ejecutivo de AUSJAL, Francisco Urrutia: “Además de la Conferencia del Agua, me atrevo a mencionar los espacios universitarios donde las y los representantes del PUAM intercambiaron conocimientos y puntos de vista sobre los problemas socioambientales que enfrenta la región. Me refiero a la Universidad de Fordham, a la Universidad de Loyola Chicago, a la Universidad de Notre Dame, en Indiana y a la Universidad de Georgetown”.
Urrutia destaca también los desafíos que vienen para el programa a partir de estos espacios: “Se presentan muchos desafíos para un programa que está naciendo. Como afinar nuestros programas, pero también el de consolidar la buena orientación que, por ejemplo, en derechos humanos y ecología integral, ha tenido a partir de las problemáticas del territorio y después enriquecerlas con las oportunidades que ofrece el saber de muchos de nuestros aliados en temas de incidencia socioambiental, regional, nacional e internacional. Entonces afinar, consolidar programas formativos y también pues ir perfilando nuestros programas de investigación para poder documentar de mejor manera las problemáticas que enfrentan los pueblos y las maneras de resolverlos con desarrollo tecnológico y el dialogó con sus haberes”.
Para el Director del Programa Universitario Amazónico, y Vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), Mauricio López, estar en espacios como la Conferencia del Agua, pese a todas sus fragilidades, implica un apoyo en la articulación internacional con un cierto grado de impacto en los gobiernos y con un elemento de obligatoriedad en el cumplimiento de compromisos, en este caso, por el cuidado del agua.
Para López, el desafío del acompañamiento de la Iglesia en la Amazonía es mantener la presencia de las voces de los territorios en estos espacios: “El desafío es mantener esa presencia de los territorios, garantizar que sigan teniendo espacios de impacto real, como son los diálogos con los relatores y seguir de alguna manera propendiendo a tener una contribución cada vez más firme en los espacios de toma de decisión”.
López destaca también el desafío prioritario del PUAM frente a lo vivido en la Conferencia: “Creo que los diálogos con las personas del territorio, las voces que la REPAM presenta con tanta riqueza profética, el diálogo con relatores de la ONU, nos ayudan a marcar un itinerario formativo a mediano y largo plazo. Cursos específicos que ayuden a tener un manejo adecuado de los sistemas internacionales de protección de Derechos Humanos, en los sistemas interamericanos, y que podamos garantizar que las voces del territorio no sólo son escuchadas, sino que influyen en la jurisprudencia internacional”.
Voces desde el territorio
Patricia Gualinga, líder indígena del pueblo Sarayaku en Ecuador fue parte de la comisión amazónica que participó en la Conferencia, ella ha sido cercana a los procesos de acompañamiento de la Iglesia por la defensa de la Amazonía y sus pueblos. Sus casi tres décadas de lucha por su comunidad la han convertido en una voz representativa para el pueblo Sarayaku. Para ella, el PUAM es una oportunidad para la región y para fortalecer su defensa: “Para la gente de la Amazonía, que puedan contar con educación superior es una oportunidad. En la Amazonía pocos pueblos indígenas han tenido la oportunidad de acceder a educación superior o técnica, por la lejanía, por los costos, por las formas. El PUAM trata de responder a esos aspectos que han sido relegados y que no han permitido que las comunidades puedan acceder a educación superior. (…) Es una oportunidad importante para que esos conocimientos sirvan para la defensa del territorio”.
Palabras que son compartidas por la abogada Carol Jeri, quien ha formado parte de la Escuela de Derechos Humanos de la REPAM, y que fue parte de la delegación en la Conferencia por el Agua. Ella, como parte del equipo de Cáritas Madre de Dios es cercana a las realidades de la región amazónica de Perú. “La existencia del programa es el tener la oportunidad de reducir las grandes brechas que existen para lograr una formación adecuado a quienes somos parte de la Amazonía”, comparte Jeri.
El PUAM como un complemento a la lucha de la Iglesia por la defensa de la Amazonía
El acompañamiento de la Iglesia a la Panamazonía ha generado una seria de propuestas enfocadas en muchas de las problemáticas presentes a lo largo de toda su extensión. Para el Director del Programa Universitario Amazónico, Mauricio López, el PUAM, desde su trabajo y enfoque, quiere reforzar y acompañar los procesos ya existentes. “Yo creo que también es muy importante resaltar que la REPAM, que tiene un rol esencial en el acompañamiento de los territorios, se sintió fuertemente apoyada. No sustituida, no invisibilizada, sino reforzada y acompañada. Y creo que el PUAM puede hacer eso, no sólo ofrecer herramientas específicas en educación superior para los sujetos en el territorio, sino reforzar la agenda de incidencia de la REPAM y de otras organizaciones de base, para que sean ellos y los actores del territorio quienes tengan la voz prioritaria”, finaliza Mauricio López.
La Comisión Amazónica elaboró un comunicado para alertar y exhortar sobre las amenazas al acceso al agua en la Amazonía, léalo aqu
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Interesante.
El compromiso ahora es socializar este acontecer en la Iglesia Amazónica.
Gracias por el detalle del envío y gracias a las personas que nos representaron.